Esto es lo aprendí:
1 Querer estar en control siempre es una B*TCH contraproductiva.
Comencé a leer el libro El Milagro Del Sustento Femenino de Sofía Barrero y Cécile Kachadourian y esto fue el inicio de entender el daño del control que suelo tener en mis proyectos y finanzas.
Estar en control siempre limita mi poder natural de mujer de recibir. El no soltar, el ciegamente controlar cada detalle hace que también controle los resultados demasiado. Había olvidado que soy capaz de atraer, fluir, recibir libremente y que eso me cuesta mucho menos energía que el control.
Así que solté el control y el caos llegó . El caos acompañado de lágrimas porque NO estar en control significa SENTIR lo que hay sí o sí. Siendo una persona que siente mucho, este aprendizaje ha sido intenso pero gratificante.
2 Cuando miras a tus monstruos internos a los ojos, retomas el poder que te quitaron.
Mi abuela murió de cáncer de mama. Desde pequeña ese conocimiento ha sido un monstruo enorme en mi mente. Me ha perseguido en mis peores pesadillas porque como niña y mujer te lo recuerdan continuamente y en todos los lugares: si algún familiar cercano lo ha tenido, eres más propensa a tenerlo.
Así que llegó Octubre, mes de Cáncer de mama, hora de sentir toda la resistencia de enfrentar la verdad no controlable de esta enfermedad e ir a hacerme los exámenes necesarios.
De todos modos pospuse examinarme hasta un domingo (en pleno evento de los 7 pecados) que descubrí una bolita en mi pecho. Mi monstruo del miedo se apoderó de mí. Lloré 3 días y 3 noches. El no saber permitía al monstruo crecer.
Me hice la mastografía y cuando fui por mis resultados (todavía con lágrimas en los ojos del miedo) vi mi sobre con los resultados y tenía un sticker rosado al lado de mi nombre. Definitivamente me iban a decir algo, pensé. Y tal cual. Me tenían que hacer estudios adicionales porque este había quedado inconcluso. Pánico de nuevo.
Una hora después me encontraba en el ultrasonido mamario con los brazos arriba, los pechos destapados y mis piernas tapando la pantalla gigante que mostraba cada detalle de lo que se encontraba en mi pecho.
No pude mirar. No quería saber nada.
Te ahorro describir el pánico que sentí y te cuento: tengo algo que se llama Mastopatía. Son quistes benignos que contienen líquido, se sienten como bolitas y hacen f*cking flipar a 1 en 10 mujeres!
Es el mismo problema que tuve a los 20 años, el mismo problema que tuve a los 36 años y el mismo problema que se presentó ahora.
No es malo. Si duele. No tiene cura . Yeey.
Estoy tranquila con el resultado, es un alivio saber que la historia no se ha repetido en mi. En un año enfrentaré el monstruo del no saber de nuevo y probablemente te contaré.
Mi punto es: hay que ver para saber. Hay que aceptar las cosas para sanar. Es lo mismo en otros aspectos de la vida.
3 Soy capaz de hacer mucho trabajo en poco tiempo pero no vale la pena exponer mi cuerpo a tanto estrés.
Armé el evento Los 7 Pecados de la Emprendedora Digital en tiempo récord. Un mes de trabajo intenso de lo cual delegué lo mínimo.
¿Valió la pena? Siiiii
¿Haría cosas diferentes la próxima vez? Siiii
¿Qué haría diferente?
Me regalaría más tiempo, más amor y menos control.
Soy la primera en decir que los procesos se respetan y no respetar tu ritmo divino se va a reflejar de alguna manera en tu vida.
Nos dio covid = 1ª llamada
Me salió una bolita en el pecho= 2ª llamada
Se intensificaron todas mis emociones = 3ª llamada.
Negué las 3 llamadas por ser más determinada (o tal vez controladora again ¡ash!) que amorosa conmigo misma.
No bueno.
No lo hagas.
Así que no recomiendo armar un evento digital en 1 mes.
Sí recomiendo MUCHO armar un evento digital en más tiempo.
Un evento así es sumamente enriquecedor para ti y para tu negocio. Solo, hazlo con calma por favor (*estaré enseñando todos los detalles de un evento así en mi nuevo programa El Camino a 100K).
4 Cuando sueltas el control y confías, el universo te enviará el apoyo que necesitas.
Cuando comencé a organizar y crear el evento digital de Los 7 Pecados sabía que mi punto débil era el hecho que en los últimos años no había hecho nada de networking en mi nicho
Siempre me escondo en mi cueva (o sea mi casa) y únicamente si me pagan para ir a eventos, salgo de mi cueva. Así que, para agarrar confianza, invité primero a expertas con quienes la amistad se dio naturalmente.
Después empecé a invitar en “frío”. Aparecí en los inbox y whatsapps que podía conseguir gritando: ¡BÚ!
Comencé a recibir NO detrás de NO. Varias se negaron (y eso es peor que un ‘no’). Comencé a perder la fé cuando me acordé de mi promesa inicial de recibir ayuda con lo que no podía hacer sola. La calma y el silencio me regalaron la claridad: pedir a las expertas que ya confirmaron de invitar a sus conexiones.
De esa manera llegué a conocer a montones mujeres chingonas en mi nicho y al final eran tantas que tuve que decir que no a algunas. Ya no quedaba tiempo para seguir entrevistando y editando.
Admitir que no podía sola fue el primer paso. La abundancia llegó después.
5 Dar de más y justificar precios.
Dejar de dar demasiado es algo que he estado trabajando por casi un año. En el mes de Octubre comencé a enseñar lo que he aprendido de la Entrega Exagerada Dañina a mis Emprendamigas y mis coaches de la certificación ETEA.
En corto te comparto que si entregas demasiado contenido, prometes demasiadas cosas, regalas tu tiempo y haces siempre lo que el cliente pide, justificar continuamente tus precios y acciones, estás dañando tu negocio.
Esa entrega exagerada te quita autoridad. La venta sin autoridad genera desconfianza. La desconfianza afecta las ventas.
La causa de la Entrega Exagerada Dañina está en la infancia. Es una manera de tratar de evitar sentir lo que más daño te hizo cuando eras pequeña. Ejemplos: Evitar sentir abandono, humillación, rechazo, etc.
Cuando emprendes desde esos dolores, vuelves a crear una situación en donde de nuevo, sientes que NO VALES. Repites lo mismo. Dando, dando y dando tratas de crear tanta reciprocidad que el cliente no se vaya, no se quede malcontento y no te critique.
Pero es un trabajo sin fin porque el dolor está en tu pasado, no está en tu cliente.
Es importante cortar ese ciclo vicioso.
Es algo que estaré enseñando a fondo en mi nuevo programa El Camino a 100 K que está a punto de salir.
Octubre fue intenso, espero que noviembre nos traiga más calma.
¿Cómo te fue a ti en Octubre?
Xo,
Justine
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